domingo, 19 de mayo de 2013

como afecta la inmigracion a la economia

Visiones positivas
La importante llegada de población inmigrante en edad de trabajar ha repercutido favorablemente en el total de afiliaciones a la
Seguridad Social, hasta el punto que cerca de un 45% de las altas registradas entre el 2001 y 2005 correspondieron a trabajadores foráneos. Puesto que casi la mitad del trabajo creado en estos años se ha nutrido de trabajadores extranjeros, su contribución al crecimiento del PIB en este quinquenio (un 3,1% medio anual, en términos reales) habrá sido muy significativa. Además, el aumento de la población laboral ha comportado un incremento de la recaudación asociada a la imposición del trabajo (principalmente por la vía de las cotizaciones sociales). Sin embargo, el bajo porcentaje de su población dependiente (de menos de 15 años y de más de 65 años, que es del 18,98% para el colectivo extranjero pero del 30,83% para la población general) hace que aporten de manera neta a la caja del Estado más que la población nacional. Por otra parte, dado que el empleo extranjero se ha concentrado principalmente en sectores donde la oferta de mano de obra nacional resulta escasa (construcción, hogar, hostelería, agricultura, etc.), la inmigración ha contribuido a suavizar la rigidez de esta oferta, limitando la aparición de tensiones inflacionistas y haciendo que pequeñas empresas españolas continúen con su actividad. El hecho de que la población inmigrante ocupe puestos laborales poco deseables para la población española y el que sea una población joven, ha permitido que, a su vez los españoles ocupen puestos más altos en la pirámide laboral, que los jóvenes puedan acceder a mayor formación, que las mujeres puedan
acceder en mayor número al mercado laboral y en general a que el Estado de Bienestar español continúe estable.
Una gran ventaja, para el país de origen es que los emigrantes envían parte de su sueldo en divisas, con lo que se produce un ingreso económico importante para el desarrollo económico de esos países .

Visiones negativas
Se han alzado, también, opiniones que sostienen que la inmigración ha comportado distorsiones en el mercado laboral español. Así, aunque el PIB español ha crecido entre el 3% y el 4% entre los años 1997 y 2007, los salarios reales de la población española no sólo no han aumentado, sino que han disminuido ligeramente. Señalándose que la llegada de trabajadores, presuntamente no cualificados ha tirado a la baja de los salarios en diversos sectores de la economía española como por ejemplo la construcción y la hostelería. Aunque esta explicación es deficiente ya que la pérdida de poder adquisitivo de los salarios se debe al aumento de precios por encima de los salarios, cosa que no puede explicarse sólo por la contratación de personas por un salario menor.
Por otro lado, buena parte de los trabajos asumidos por los inmigrantes han sido creados al calor de la llamada burbuja inmobiliaria: alrededor del 30% de los trabajadores de la construcción son extranjeros. Otro efecto es el un incremento excesivo de las ciudades, en muchas ocasiones aumenta la población a mayor ritmo que el crecimiento de viviendas y de infraestructuras, por lo que los recién
llegados se deben alojar en donde pueden, surgiendo zonas de chabolas en las periferias urbanas (sobre todo en aquellas ciudades de
los países subdesarrollados que crecen muy rápidamente). Así, lo que la inmigración habría permitido sería el abaratamiento del ciclo productivo en la economía tradicional española, al hacer innecesario acometer proyectos de modernización e I+D (Investigación y desarrollo), debido a que la inversión no sería necesaria ya que se consigue mantener beneficios mediante la reducción de salarios.

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